2. Fundamentación teórica

2.2. Dificultades y trastornos del aprendizaje y del lenguaje y trastornos del neurodesarrollo

El Prácticum profesionalizador del máster universitario en Dificultades del Aprendizaje y Trastornos del Lenguaje permite al estudiantado trabajar en la identificación de las necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE) de los niños y niñas con dificultades de aprendizaje o con trastornos de la comunicación, del lenguaje o del desarrollo para planificar y realizar una intervención.

A lo largo del recorrido por el máster, y según el plan de estudios y la especialización que cada estudiante haya elegido, se habrá trabajado con mayor profundidad la identificación, evaluación e intervención de los niños y niñas con unas tipologías u otras de trastornos o discapacidades que tienen un impacto en el aprendizaje y el desarrollo del lenguaje. Durante las prácticas, tendrán que trabajarse en realidades escolares heterogéneas con niños y niñas que tienen NEAE derivadas de diferentes trastornos.

En este sentido, aunque existen diferentes clasificaciones de los trastornos del aprendizaje, del lenguaje y del desarrollo según autoras, autores y manuales diagnósticos, en este Prácticum se ha adoptado la denominación de trastornos del neurodesarrollo (TND) como término paraguas. Los TND son un grupo de trastornos de origen neurobiológico que tienen un inicio precoz en la infancia y producen dificultades en una variedad de dominios funcionales de la vida de las personas, incluidas las funciones cognitivas y ejecutivas, el lenguaje y la comunicación, las interacciones sociales, y la función motora y el control de la conducta (Thapar et al., 2017). Los TND que se trabajan en este máster son los siguientes:

  1. La discapacidad intelectual (DI)
  2. Los trastornos de la comunicación:
    • Trastorno del lenguaje (trastorno del desarrollo del lenguaje, TDL)
    • Trastorno de los sonidos del habla (fonética y fonología)
    • Trastorno de la fluidez (tartamudez)
  3. El trastorno del espectro autista (TEA)
  4. El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
  5. Los trastornos específicos del aprendizaje:
    • Dislexia
    • Disgrafía
    • Discalculia

Durante la formación en este máster también se han trabajado las NEAE derivadas de las altas capacidades, en las que, a pesar de no englobarse dentro de los TND, se considera necesario un diagnóstico para que las escuelas puedan trabajar para su inclusión. Aparte, también se han estudiado las NEAE de los niños y niñas que pueden tener discapacidad del tipo sensorial y motriz.

Es importante tener presente que todos tienen en común síntomas que se asocian a dificultades funcionales en el rendimiento académico, el funcionamiento social y el bienestar emocional.

A continuación, se presenta una breve definición para cada uno de estos trastornos y discapacidades para que el estudiantado pueda tener una visión general de las características de los niños y niñas con los que podrá trabajar en los centros donde se harán las prácticas:

  • Discapacidad intelectual (DI): se caracteriza por importantes limitaciones tanto en el funcionamiento intelectual como en la conducta adaptativa que se manifiesta en las habilidades conceptuales, sociales y prácticas de las personas. Estas limitaciones deben darse antes de los veintidós años (Schalock et al., 2022).
  • Trastorno del desarrollo del lenguaje (TDL): es un trastorno severo y persistente en la adquisición y el desarrollo del lenguaje oral que puede involucrar a uno o varios componentes del lenguaje en distinto grado, tanto en el ámbito expresivo como en el receptivo, y que afecta al desarrollo social o escolar (Bishop et al., 2016; 2017). Estas dificultades se dan en ausencia de discapacidad intelectual, pérdida auditiva u otras afecciones médicas o síndromes que se sabe que causan trastornos del lenguaje.
  • Trastornos de los sonidos del habla (TSP): es un grupo de trastornos que se manifiestan por alteraciones en la percepción, articulación o representación lingüística de los sonidos del habla, sea por causas orgánicas o funcionales. En el máster se han trabajado los trastornos con afectación fonética (articulatoria), fonológica y del ritmo del habla, y también se han abordado los casos de disfonía de la voz (que no entran en el grupo de TSP, pero también afectan en el ámbito acústico).
  • Trastorno de la fluidez (tartamudez): con esta denominación se encuentran los trastornos que afectan significativamente a la fluencia del discurso, tartamudez, disfemias o disfluencias, que se acompañan de arritmias en el ámbito del habla (espasmofemia) y tics motores, que provocan, por tanto, estados de ansiedad al hablar (Manaut-Gil, 2005). Con frecuencia, estos trastornos se engloban con el término de tartamudez (Sangorrín, 2005).
  • Trastorno del espectro autista (TEA): es un trastorno del neurodesarrollo definido por un perfil de desafíos persistentes en la comunicación e interacción social y la presencia de patrones de comportamiento, intereses o actividades restrictivos y repetitivos que están presentes en la primera infancia y causan deficiencias funcionales clínicamente significativas (American Psychiatric Association, 2013). Estas características están presentes en todos los casos, con independencia de la cultura, etnia o nivel socioeconómico de la persona, y existe variación en el grado de afectación. El TEA se entiende como un trastorno de carácter dimensional y se da un continuo de severidad, y cada persona se sitúa en un lugar del espectro acorde con características como el cociente intelectual, las habilidades adaptativas y el número de síntomas.
  • Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH): es una alteración de origen neurobiológico, con un inicio en la infancia y un curso persistente y variable, que se caracteriza por la presencia de síntomas y conductas de falta de atención, hiperactividad e impulsividad con una frecuencia e intensidad inhabituales por la edad, el sexo y el nivel de desarrollo del niño o niña (American Psychiatric Association, 2013).
  • Dislexia: se caracteriza por dificultades en el reconocimiento preciso y fluido de palabras y por problemas de ortografía y decodificación. Estas dificultades provienen de un déficit en el componente fonológico del lenguaje que es inesperado en relación con otras habilidades cognitivas que se desarrollan con normalidad, y la instrucción lectora en el aula es adecuada. Las consecuencias o efectos secundarios se reflejan en problemas de comprensión y de experiencia pobre con el lenguaje impreso, que impiden el desarrollo de vocabulario (International Dyslexia Association, 2002; Lyon et al., 2003).
  • Disgrafía: se refiere a las dificultades en el aprendizaje de la escritura que tienen los niños y niñas que no muestran otros trastornos ni dificultades. Se caracteriza por una calidad de la escritura (legibilidad, regularidad del tamaño de las letras y de los espacios, y alineación de las letras y las palabras) y una velocidad gráfica deficientes por la edad cronológica del niño/a (Rigal, 2006).
  • Discalculia: es un trastorno específico del aprendizaje que perjudica profundamente a la adquisición de habilidades aritméticas en el ámbito escolar. Además de impactar en el desarrollo académico, también impacta en las actividades numéricas de la vida diaria y no puede explicarse por ningún déficit sensorial, trastorno neurológico u otra enfermedad (Kuhn, 2015).
  • Altas capacidades: es el concepto que engloba a todas las personas que presentan características intelectuales superiores, tanto cuantitativa como cualitativamente, de forma significativa a la mayoría de la población. Esto puede ocurrir en un área de aptitud, en algunas o en todas. En las altas capacidades se integran la superdotación y el talento y la precocidad (Carreras, 2022).
  • Discapacidad sensorial: se puede distinguir entre la discapacidad visual y la discapacidad auditiva (Andreu, 2013):
    • La discapacidad visual la padecen las personas que tienen una falta total o parcial de visión (ceguera total o parcial). Los dos aspectos básicos necesarios para definir la discapacidad visual son la agudeza visual (capacidad para percibir la figura y la forma de los objetos, así como para discriminar los detalles) y el campo visual (capacidad para percibir los objetos situados fuera de la visión central).
    • La discapacidad auditiva que padecen las personas que tienen una falta total o parcial de audición. Las pérdidas auditivas pueden clasificarse según la localización de la lesión, el momento en el que aparece la lesión, el momento en el que aparece la lesión en relación con el lenguaje adquirido o el grado de pérdida auditiva.
  • Discapacidad motriz: la padecen personas que tienen alguna afectación en el aparato locomotor. Como consecuencia, pueden producirse limitaciones posturales, de desplazamiento o de coordinación del movimiento. Entre los principales problemas que puede generar la discapacidad motriz, que son diversos, destacan los movimientos incontrolados, las dificultades de coordinación, el alcance limitado, la fuerza reducida, el habla no inteligible, la dificultad con la motricidad fina y gruesa o la mala accesibilidad al medio físico.